El quinto disco de Egon Soda, Bellaurora, está disponible desde el 25 de febrero

El Bellaurora era un navío culón, de borda baja y resuello amplio, que dejaba una estela ancha y reluciente como baba de caracol. Bellaurora se llamaba un travesti madrileño de Lavapiés que pasó de alma de la fiesta a cuerpo de la resaca y de artista de variedad a habitante de la variante. Bellaurora era un caballo percherón, de bocado desgastado, como de máscara de tragedia griega. Bellaurora reza un letrero tardomodernista, medio moderno y totalmente pasado de moda, sobre un pequeño edificio donde se encuentra la calle Balmes con la calle Pelayo. Bellaurora es el nombre de un cocktail creado en el bar Vinilo.

Bellaurora se titula el quinto disco de Egon Soda, un disco largo, lleno de canciones sacadas del hospicio y que no saben ni de padre ni de madre. Es un disco que no habla de nada en particular porque es un grito de necesidad. Es llenar un hueco que no se llena. Es música que se explica por sí sola.

Portada del nuevo álbum de Egon Soda, Bellaurora.

Egon Soda es una banda de rock formada por Ricky Falkner (voz y bajo), Charlie Bautista (teclados), Xavier Molero (batería), Ricky Lavado (percusión), Pablo Garrido (guitarra) y Ferran Pontón (guitarra). Este sexteto, sito entre Barcelona y Madrid, lleva ya una larga andadura musical. La banda nació a finales de los noventa de la mano de Falkner, Molero y Pontón, que se conocieron en el instituto. Desde entonces, el grupo ha ido nutriéndose de las diversas experiencias musicales de sus miembros y de la incorporación de nuevos componentes: primero, Garrido, con el que grabaron su primer LP, Egonsoda (2008), después Bautista y Lavado, con quienes han publicado El hambre, el enfado y la respuesta (2013), Dadnos precipicios (2015) y El rojo y el negro (2018).

Las carreras individuales de cada uno de sus miembros (Falkner en Love of Lesbian, Iván Ferreiro o Standstill, además de una dilatada carrera como productor; Bautista con Jero Romero, Xoel López o Tulsa, entre otros muchos y diversos proyectos de producción; Lavado con Standstill, Nudozurdo, Mi Capitán o The Secret Society; Molero con Iván Ferreiro, Inspira, Zahara, Mucho y un sinfín de discos que cuentan con sus baterías; Garrido con The New Raemon o Beth; Pontón en Mi Capitán) les han conferido una cierta áurea de superbanda, aunque ellos prefieren considerarse un grupo de amigos que tienen en Egon Soda su casa, donde se pueden desarrollar musicalmente a sus anchas y sin más objetivo que disfrutar con la música y construir un discurso propio sin limitaciones ni complejos.

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